La remediación de suelos tiene el objetivo de recuperar la calidad y nutrientes del suelo para ser utilizados en diversas áreas, como en la vegetación, la agricultura o en una correcta construcción de edificaciones.
Cabe recordar que el suelo es el soporte de la vegetación, el hábitat de muchos organismos, el regulador del ciclo del agua y el almacén de nutrientes y carbono.
Y, debido a la industrialización, en muchos lugares ha perdido la calidad que necesita para ser productivo.
Por ello, en este artículo explicaremos cómo se realiza la conservación y remediación de suelos con diferentes técnicas, por qué es importante hacerlo y en qué consiste este proceso.
¿Qué es la remediación de suelos?
La remediación de suelos es el conjunto de técnicas y procesos que se utilizan para eliminar, reducir o transformar los contaminantes presentes en el suelo, con el fin de restaurar sus condiciones originales o al menos alcanzar unos niveles de calidad aceptables para el uso previsto.
Esto significa que es una actividad multidisciplinar que requiere de la participación de expertos en ciencias del suelo, ingeniería, química, biología, geología, hidrología, ecología, entre otras.
Importancia de la remediación de suelos
Aplicar diversas tecnologías de remediación de suelos contaminados es importante por varias razones.
Primero, protege la salud humana, ya que la contaminación del suelo puede provocar la exposición directa o indirecta de personas a sustancias tóxicas, carcinogénicas o mutagénicas, que pueden causar enfermedades respiratorias, digestivas, cutáneas, neurológicas o inmunológicas, entre otras.
Además, preserva la biodiversidad. La contaminación del suelo puede alterar el equilibrio ecológico y reducir la diversidad de especies vegetales y animales que habitan en el suelo o que dependen de él.
Algunos contaminantes pueden afectar a la fertilidad, el crecimiento, la reproducción o la supervivencia de los organismos, o provocar mutaciones genéticas o cambios en la composición de las comunidades.
También, aplicar técnicas de remediación de la estructura del suelo mejora la calidad del agua. Y es que la contaminación del suelo puede contaminar el agua subterránea o superficial por lixiviación, infiltración o escorrentía.
Con la remediación de suelos se evita o minimiza la contaminación del agua y se logra contribuir a su conservación y aprovechamiento.
Y, por último, mitiga el cambio climático porque la contaminación del suelo puede afectar al ciclo del carbono y liberar gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, que contribuyen al calentamiento global.
Entonces, al cuidar y restaurar las capacidades del suelo, se puede favorecer la captura y el almacenamiento de carbono en la superficie y así se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
Tipos de remediación de suelos
Los tipos de remediación de suelos que existen son:
Remediación de suelos contaminados por confinamiento
Consiste en aislar el suelo contaminado del entorno mediante barreras físicas, químicas o biológicas, para evitar su dispersión o su contacto con el agua o el aire.
Remediación de suelos contaminados “in situ”
Es aquella que se realiza en el mismo lugar donde se encuentra el suelo contaminado, sin necesidad de extraerlo o transportarlo.
Y, sin importar si se aplica la remediación de suelos contaminados por hidrocarburos, plomo o metales pesados, la realidad es que este tipo de remediación reduce los costos y el impacto ambiental del proceso.
Remediación de suelos contaminados “on site”
Es muy parecida a la anterior, ya que se realiza en el mismo lugar de la contaminación, pero, en este caso, se requiere de su extracción previa.
Con esta clase de métodos de remediación de suelos, la materia contaminada se trata en una planta o una unidad móvil instalada en el mismo sitio, y luego se devuelve al lugar de origen o se dispone en otro lugar.
Remediación de suelos contaminados “off site”
Es aquel en el que la remediación del suelo se lleva a cabo en un lugar diferente a donde se encuentra el suelo contaminado, al que se traslada mediante vehículos o contenedores.
En este caso, el suelo se trata en una planta que está ubicada en otro lugar, y luego se regresa al sitio de origen o se dispone para otro lugar.
Técnicas de remediación de suelos
Ahora analicemos las medidas de remediación del suelo que existen y sus principales ejemplos de aplicación:
Remediación física
La remediación física consiste en aplicar procesos físicos al suelo contaminado para separar, concentrar o eliminar los contaminantes.
Se emplea la excavación y el relleno, la ventilación, la extracción con vapores y líquidos, la separación por densidad o tamaño, y el lavado como proyecto de remediación de suelos físicos.
Remediación química
La remediación de suelos por hidrocarburos o química tiene el objetivo de aplicar procesos químicos al suelo contaminado con el fin de degradar, transformar o inmovilizar los contaminantes.
Es muy costosa, pero sus resultados son muy buenos. Algunos ejemplos son la oxidación química, la reducción y la estabilización o solidificación.
Biorremediación
Este caso se aplica para contaminantes orgánicos que pueden ser devorados por microorganismos naturales.
De hecho, este método consiste en utilizar organismos vivos, como las bacterias, los hongos, las plantas o las enzimas, para degradar, transformar o inmovilizar los contaminantes presentes en el suelo.
Fitorremediación
Por último, este es un tipo especial de biorremediación vegetal que utiliza plantas modificadas genéticamente, como las Arabidopsis o las Brassica, que tienen una mayor capacidad para absorber, acumular o transformar los contaminantes presentes en el suelo, como los metales pesados o los hidrocarburos.
¿En qué consiste el proceso de remediación de suelos contaminados?
El proceso de remediación de suelos contaminados se aplica de la siguiente forma:
- Se identifica el tipo de suelo a tratar.
- Se selecciona el método de remediación del suelo más adecuado.
- Se implementa la técnica.
- Y se evalúan los resultados.
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